Robo en Villa Soldati

El flagelo de la inseguridad golpea cada vez más fuerte en esta Argentina. Uno sale a la calle y no sabe si va a volver vivo a su casa. Ya no se puede vivir así, tenemos que hacer algo, tenemos que organizarnos. Porque nos toca sufrir la delincuencia cada vez más de cerca. Porque ayer le tocó a Spica.

Y lo peor es que hasta tu mejor amigo puede ser quien te meta la mano en el bolsillo. Ayer, a plena luz del día, aquel árbitro buena onda que otrora nos alentaba cuando sacábamos bien un lateral, nos robó impunemente, mientras la autoridad (el planillero de las grandes gafas de sol), que debería velar por el bienestar de todos nosotros, miraba para el costado.

Hasta el propio delantero de Madres se reía del penal que le habían cobrado a favor. Minutos más tarde, derriban alevosamente a Silvio en el área, pero el referee con ambos brazos estirados hacia adelante dice "siga, siga". Y mejor ni recordar la jugada en la que el wing derecho de Madres se lleva la pelota con una mano escandalosa, que hubiera matado de cuatro infartos simultáneos a Angelito Cappa.

Así y todo, termina el partido con un empate en 2.

Pero lo peor de lo peor fue que no cobró el adelantamiento del arquero de Madres la definición por penales. Ese penal tan exquisitamente pateado por Rodes, que iba todo lo esquinado que hacía falta como para que ningún arquero pudiera atajarla. Pero si el arquero se te para en la línea del área chica, no hay nada que hacerle.

Un paréntesis para hablar de fútbol. Fue una buena jornada para el equipo Spiquense, con importantes innovaciones tácticas en cuanto a nombres se refiere. Se buscó fortalecer al equipo aprovechando los lazos sanguíneos existentes, formando dupla de atacantes los hermanos Nicodemo y dupla de zagueros los primos Del Monte. La figura: Juancito, el autor de los dos goles, con los que se convierte en el verdadero goleador del equipo.

Pero no nos desviemos del tema que nos aflige. Espero que tras lo sucedido ayer todos nos concienticemos y tomemos cartas en el asuto. Yo por lo pronto ya denuncié el siniestro en el mapa de la inseguridad del amigo De Narváez. Espero que ustedes también hagan algo. Hagan algo, así no se puede más.

Sábado negro

El día arranca con una preocupantemente escasa convocatoria: apenas 10 players en la cancha, y uno en camino. Así y todo el partido arranca bien, pero la cosa dura poco: un hombro se sale de lugar; un tobillo que dice "no va más"; quedamos con 9 y no tanto ya que algunos no estaban en buenas condiciones toxicológicas; el arquero salía del fondo y la pelota quedaba en el camino; el arquero salía con el 3 y este sistemáticamente la perdía; un gol errado abajo del arco sólo comparable al cabezazo del 9 ante Madres B...

En conclusión, un sábado negro. Pero ¡cómo la clave en el ángulo mientras pelotéabamos esperando que apareciera el rival!

¿4-3-1-2? ¿3-4-1-2? ¿4-4-2? ¿0-0-0 (es decir, nos retiramos)?

Decía Fede:

Primero me parece que tendriamos que decidir si jugamos al pelotazo(se me ponen todos a hacer fierrros) o tratando de tocar un poco mas. Para mi nuestro principal problema es que somos incapaces de pasar la pelota de izquierda a derecha (o viceversa), de esa manera nunca hay lugar para jugar y jamas vamos a poder sorprender a nadie porque no somos capaces de generar espacios. En general lo que hacemos es arrancar por izq. y con suerte llegamos al fondo y tiramos un centro.
Y para intentar hacer esto no se puede jugar con un solo 5, sea quien sea.
Yo progongo jugar mas a los toques y con un sistema 3-4-1-2 o 3-4-3

Coincido con vos en que con un sólo 5 no podemos jugar, pero ni al toque ni a nada; para que con uno alcance, el 5 la tiene que romper, tiene ser el que se le muestre a los laterales cuando salen jugando, no el que vaya a buscarla entre los centrales para dársela a los laterales; y esta es para vos, Rodes puto!

Los partidos en los que menos mal jugamos pusimos doble 5. Ayer los delanteros no tocaron la pelota, y en el medio nos pasaban como a alambre caído. Eso no sirve. Marcar con tres en el fondo sirve sólo si el equipo de enfrente es horrible; si son más o menos buenos sufrís todo el partido. Para mí tenemos que jugar con un 4-4-1-1, con Marcelo más adelantado que lo que juega hoy en día, carrileros con llegada por afuera, y un doble 5 grande como una casa.

Tocalaaaaaaaa pegaleeeeeee tiralaaaaaaa

Basta de griterío, viejo. Probemos de hacer lo siguiente. Creo que vamos a pasarla mejor y hasta capaz que jugar mejor.

Para el próximo partido, salvo dos personas a designar, nadie más abre la boca dentro de la cancha, salvo para avisarle al compañero que le vienen de atras a robarle el balón, o que por la vereda de enfrente pasa una mina que está medianamente buena.

Los que tienen voz son uno por línea*: un defensor que se ocupe de ordenar la defensa, y un mediocampista que haga lo propio con el mediocampo. Y que estos, dialogando amablemente, se encarguen de articular el funcionamiento de ambas líneas. Los demás, chito la boca. Incluso en el entretiempo. Antes o después del partido, que se hable todo lo que haga falta. Durante, no.

Propongo a DelP como capo de la defensa, y a Sasa a cargo del medio.

Qué les parece?

*Los de arriba no calientan, total ni les llega la pelota.